domingo, 14 de septiembre de 2008

Un soneto erótico y ambiguo

Rubén Martínez Villena (1899-1934)

El Faro
Abajo, roca y aguas: el multífono grito
de las olas que rompen; y a su caricia ruda,
con un cendal de espumas la base de granito,
alternativamente, se viste y se desnuda.

Y arriba, yergue el faro su construcción aguda;
–el faro; que es la estatua del Cíclope del mito–
altivo, como el símbolo de una soberbia muda;
solemne, como un dedo que apunta al infinito.


¡El faro…! luminoso rey de las lejanías…
Titán que vió por siglos la muerte de los días.
Contemplador de mudos solares misereres,

la vesperal tristeza petrificó sus músculos,
¡y aún guarda en el cerebro –loco de atardeceres–,
el sueño de la última llama de los crepúsculos…!

La Pupila insomne (1922)

5 comentarios:

David Lago González dijo...

Ciertamente es un tanto extraño. Lo de "celestina prudente" me gusta mucho, creo que lo voy a utilizar en el habla cotidiana.

Javier de Castromori dijo...

Este soneto es muy curioso y se me antoja un poco que Martinez Villena llevaba en su alma la Bayamesa... Samuel Feijóo lo retomo en su "Antologia del soneto en Cuba" de 1964. Espero que conozcas muchas celestinas...

Loca del blog dijo...

Pobrecito Villena, debió vivir en un tormento enorme, con esos deseos contenidos de pernoctar en la punta de un gigantesco FARO y ver como subían y bajaban las mareas....era hermoso, pero mírale bien a los ojos:reflejos de quien está encerrado en una piel que arde.

Anónimo dijo...

Es un placer leer tu blog.
Y aprendo sobre personajes de nuestra Cuba que apenas conocía; aunque Martínez Villena no es el caso. La foto que presentas (y pudiera estar equivocada) creo que es de Julio Antonio Mella...Es un perfil "más fuerte"; Villena era más lánguido, con unos ojos claros que parecían inmensos en un rostro afectado por la tuberculosis que padeció durante varios años.
Saludos y gracias, Marisabel.

Javier de Castromori dijo...

Gracias Marisabel, tienes toda la razon, la imagen que he puesto representa a Julio Antonio Mella. Aqui mi memoria visual me ha jugado una mala pasada y como esa imagen de Mella es tan bella y evocadora... Ya lo arreglaré en cuanto me instalen nuevamente internet, ahora estoy incomunicado. Saludos.