domingo, 21 de noviembre de 2010

La revista " SOCIAL " de Massaguer.

La elegancia del diseño de cada portada, donde el trazo art-déco fue muy característico en esos años.
Durante la segunda década del siglo XX surgen en Cuba una serie de revistas universales o magazines de cultura general que muchas veces eran tildadas de frívolas o de representar a la alta burguesía cubana. Bajo esta apariencia se escondía una verdadera necesidad de amalgamar ligereza y profundidad para así lograr un acercamiento entre los diferentes polos de la sociedad cubana y el pensamiento intelectual de aquellos años.
Un ejemplo que demuestra ésto es Social, revista mensual ilustrada, que aparece al lector por vez primera en enero de 1916, fundada y dirigida durante toda su existencia por Conrado W. Massaguer. El número inicial expresa las instenciones de la publicación :
«He aquí, bella lectora o amable lector, el primer número de Social. Como la joven y tímida 'girl' la noche de su 'debut' en el grand mundo, así se presenta esta publicación ruborosa, pero acicalada con sus mejores galas, dispuesta a conquistarte. En Cuba, donde somos pesimistas por idiosincrasia, se reciben las ideas nuevas, con un gesto de escepticismo, sobre todo si se trata de publicaciones de lujo como ésta. A pesar de ello hoy aparece, animosa y dispuesta a triunfar, esta revista cubana, que no te atormentará con artículos de política de barrios, ni estadísticas criminales, ni crónicas de guerra Europea por 'chroniqueurs' a veinte millas del 'fighting front', ni disertaciones sobre las campañas de Sanidad o de mortandad de los niños. Social será una revista consagrada únicamente a describir en sus páginas por medio del lápiz o de la lente fotográfica, nuestros grandes eventos sociales, notas de arte, crónicas de moda, y todo lo que pueda demostrar al extranjero, que en Cuba distamos algo de ser lo que la célebre mutilada, la sublime intérprete de L'Aiglon nos llamó hace algún tiempo.»
La mujer fue una constante en las portadas de Massaguer.
Años más tarde, Social fundirá, inteligentemente, las dos caras de su moneda, es decir, la frivolidad contenida en una fiesta de la alta burguesía habanera junto a un estudio filosófico del pensador peruano José Carlos Mariátegui. Es así que se dicta entonces la política a seguir. Massaguer, otorga desde 1923 la dirección literaria a Emilio Roig de Leuchsenring, hombre de ideas avanzadas y de un amplio contacto con el movimiento cultural europeo y latinoamericano. Es él quien abrirá las páginas de Social al pensamiento intelectual de su época. Es él quien escribirá años más tarde: «Cuando asumí en 1923 la Dirección Literaria me propuse agrupar junto a la revista a los elementos intelectuales nuevos de Cuba, valiosísimos la mayor parte de ellos, pero dispersos y disgregados, como se encontraban todas las demás figuras de nuestro mundo literario y artístico.[...]». Fue así que el contenido de la revista llegó a ampliarse.
A parte de las páginas dedicadas al mundo social, se publicó cuento, poesía, crítica literaria, trabajos históricos, musicales, de arte -con preferencia las artes plásticas-, capítulos de novelas; se reseñaron acontecimientos culturales y notas teatrales. También en sus páginas se dio espacio a un abundante material cinematográfico y deportivo.
Contaba Social, con una serie de secciones  fijas como «Bibliofilia cubana», a cargo de Domingo Figarola Caneda, dedicada a tratar de libros raros. Cristóbal de la Habana, pseudónimo de Emilio Roig de Leuchsenring, en sus «Recuerdos de La Habana», recogía los principales detalles históricos relacionados con la fundación, auge y desarrollo de la capital cubana.
Larga es la lista de colaboradores cubanos con los que contó Social: Juan Marinello, Alfonso Hernández Catá, Alejo Carpentier, Medardo Vitier, Emilio Ballagas, Enrique Labrador Ruiz, Fernando Ortiz; sin olvidar las firmas extranjeras de Gabriela Mistral, Vicente Blasco Ibáñez, Antonio Machado, Miguel de Unamuno, Jacinto Benavente, Miguel Angel Asturias, Vicente Aleixandre, Federico García Lorca, Juan Ramón Jiménez, Horacio Quiroga, Francis de Miomandre, Paul Valéry entre tantos otros. 
Las famosas chicas "Massa-girl".
Social sirvió de hogar y cenáculo de una nueva promoción literaria, la «segunda generación republicana». Estos noveles escritores, que darán un pérfil preciso de la vida cultural cubana de los años subsiguientes, se reunirán primero en el Café Martí y más tarde en el bufete de Roig de Leuchsenring. Muchos de ellos, en 1923,  formarán parte de la «protesta de los trece», antes de crear el Grupo Minorista. Es a este grupo que la revista debe su auge y esplendor literario, convirtiéndola rápidamente en tribuna crítica y radical ante los problemas sociales, culturales y económicos de Cuba.
En agosto de 1933, a raíz de la caída de Gerardo Machado, Social deja de publicarse y retoma su aparición en septiembre de 1935, fecha en que las páginas culturales se reducen en buena medida.
En 1937, algunos meses antes de su desaparición definitiva, Social publica en sus páginas una carta de Emilio Roig de Leuchsenring a su director Conrado W. Massaguer:
Dos números de finales de la década de 1920.
«Por mi viejo afecto hacia ti no puse reparo alguno a que mi nombre continuara figurando como Director Literario, al reaparecer Social en septiembre de 1935; pero como realmente, desde entonces hasta la fecha no he desempeñado el cargo, ni me sería posible desempeñarlo dado el carácter de revista esclusivamente de sociedad, elegancias y frivolidades que tu has creído conveniente darle, y ahora me anuncias lo intensificarás aún más, te ruego me releves de seguir ostentando ese, más que cargo, título honorífico, que ni me cuadra ni me merezco. Ello no impedirá, desde luego, seguir colaborando siempre que me lo pidas, en la revista.»
La nota final estaba dada. Social sobrevivirá algunos meses hasta su completa extinción en enero de 1938.

Ver también : Caricatura Massaguer, en Memorandum Vitae, Domingo 27 de septiembre de 2009.

5 comentarios:

canciobello dijo...

Javier, increible las ilustraciones. Gracais por compartirlas.

Frida M dijo...

Gracias mil por este regalo. Tanto arte en demasía en La Habana de principio de siglo...se me nublan los ojos ante la belleza y por lo que no mucho después nos pasmó la inocencia.

brisy dijo...

Me gusto muchisimo ,, y cuanta finesa en esa revistas ,,stilos y pasion ,, puro arte que tiempos mas bellos ,,por algo mi querida pepa ,me decia hemos perdido toda la luz ,y nos queda ,que la oscuridad !!

brisy dijo...

Cuanta belleza y cuanta fineza en esos tiempos,puro arte y estilos europeos ,, bello bello ,gracias javier

Zoé Valdés dijo...

¡Qué lindo te ha quedado el blog en su nuevo formato! Qué buen gusto tienes.