domingo, 5 de junio de 2011

Respondiendo a la señora Alina Sánchez. (que sirva también para los corifeos trasnochados que me atacan y se cuestionan sobre mi persona)

Nota de última hora: el link que aparece un poco más abajo "Nota" sobre la aclaración de Alina Sánchez en DDC, ha sido deslíado por los super webmasters que emplea DDC. Es decir, los lectores no pueden tener acceso a esa nota directamente, tienen que pasar por la página de inicio de DDC. Ya ven, es David contra Goliat.


Señora Alina Sánchez,


Me aparto por unos momentos de mi merecido fin de semana para responder a su “Nota” publicada en DDC acerca de un suceso que normalmente debía haberse zanjado entre usted, yo y la redacción de Diario de Cuba y que lamentablemente ha sido amplificada por la horda de corifeos trasnochados que pululan en la “red cubana”.
Vayamos por partes. No como lo hubiera dicho el famoso Destripador londinense,  sino haciendo un claro y constructivo análisis de los hechos.
Primeramente quisiera saludar su maravillosa defensa, pues como bien usted dice,  está acostumbrada a los aplausos y a las luces. Yo, no. Y en eso me lleva una gran ventaja. La prueba está ahí: su popularidad le lleva también a la adulación por parte de esa “horda de corifeos trasnochados” a la cual hacía referencia más arriba; horda que no deja de lanzar insultos a diestra y siniestra en las páginas de un Portal que se dice reservar el derecho de retirar todos aquellos comentarios y aportaciones que vulneren el respeto a la dignidad de la persona […]” que sean difamatorios, irrespetuosos, insultantes y obscenos, referentes a la vida privada de las personas.
Luego quisiera disculparme ante usted por ciertas frases desatinadas, escritas (y suprimidas ya) bajo el influjo sordo a mis reclamos hacia Diario de Cuba, del cual, luego de muchas insistencias y mensajes censurados me respondió lo siguiente:

“Estimado Sr. De Castromori: No ha sido intención de esta redacción demeritar el trabajo de su blog. El crédito de reproducción de imágenes será añadido a las imágenes utilizadas en el artículo. 
Un cordial saludo, Redacción DDC “

La querella, para llamarlo de alguna manera, tiene sus cimientos en varios mensajes recibidos por los lectores de mi blog, quienes habían reconocido las fotografías y ciertas semejanzas con el texto publicado por mí el 20 de enero de 2010 en Memorandum Vitae. A raíz de esto, consulté DDC (que no suelo visitar) y constaté, efectivamente, que las fotos utilizadas para ilustrar su escrito, provenían todas de mi blog. También noté, como bien escribí a la redacción de DDC y publiqué posteriormente en mi blog, que su texto “me recordaba extrañamente” al mío.
Un primer intento de contacto con usted y con la redacción de DDC a través de un comentario fue insuficiente, pues la redacción prefirió censurarlo. El mensaje decía:
“Por favor, cuando se toman imágenes de otros espacios es necesario poner la procedencia. Tengan la gentileza y la honestidad de señalarlo.” Sin embargo, DDC deja pasar  todos los mensajes difamatorios e insultantes contra mi persona. Decididamente hay mucho que cuestionarse sobre esa publicación de ideología dudosa y subvencionada por un gobierno cómplice de la dictadura castrista.
Si de algo pudiera verdaderamente pretender, es de mi honestidad y de mi colaboración con todo aquel que me lo pide. Los que me conocen, saben de lo que hablo. Y bastante discreto soy desde mi blog, mi única tribuna.
Cuando reclamo a DDC el crédito de la reproducción fotográfica es porque esas fotos fueron tomadas directamente de mi blog. Todas, excepto el grabado aparecido en la Ilustración Española y Americana, de 8 de mayo de 1879, son fotografías que forman parte de mi colección, impresas en gelatino-bromuro de plata, de pequeño formato, estilo tarjetas, como se acostumbraba hacer hasta casi los años 1930.
Mi reclamo, no es el de pretender una paternidad fotográfica, como algunos irónicamente han querido echarme a la cara, si no un justo crédito tanto a mi publicación como a mi colección. No es jurídico, si no moral. Es lo que normalmente deberíamos hacer cuando tomamos prestado algo. Ahí tiene mi blog, todas las imágenes que no detengo ya sean físicamente o por autoría están indicadas de manera que el lector conozca la fuente. Eso a mí me parece justo, aunque haya algunos que no lo entiendan así.
En cuanto a su texto “El negro del Stradivarius”, como bien dije ya, ciertas partes “me recordaron extrañamente” al mío, publicado hace más de dieciséis meses. En ningún momento me manifesté señalando ningún tipo de plagio; de eso se encargaron esos mismos famosos “corifeos” que ahora le están adulando en comentarios en DDC.
Usted me cita al periodista Juan José de Soiza Reilly, más conocido en la prensa porteña por el seudónimo de Agapito Candileja, como fuente de inspiración para mi escrito y el suyo. En realidad, para el mío no sólo utilicé las referencias de este último, si no también muchos otros. Trabajo hace mucho tiempo, todos los días, con los archivos de la prensa y no suelo guiar mis investigaciones de una manera lineal.
En efecto, Agapito Candilejas, publicó el 10 de junio de 1911 en la revista porteña Caras y Caretas, un escrito sobre la muerte de Brindis de Salas. Pero él no fue el único. Y es ahí donde, me pregunto: ¿en realidad usted consultó el escrito del señor Candilejas? Me perdona, pero no lo creo, y le explico por qué.
Ciertos detalles que usted cuenta en su escrito y que atribuye al periodista Soiza Reilly son inexactos:

Usted dice: “Registran sus bolsillos y encuentran recortes de críticas musicales de The Musical Times, de Londres, del Corriere Italiano de Florencia. Y programas doblados y borrosos donde aún puede leerse con claridad: "Intérprete: el violinista cubano Claudio Brindis de Salas. Barón, miembro de la Légion d’Honneur y músico de la corte alemana".

En realidad Soiza Reilly relata lo que le contaron los dueños de la fonda y posada "Ai re dei vini", del Paseo de Julio, 294 y lo transcribe así:

- Aquí, en este bolsillo, tiene algunos papeles. Hay un pasaje. El programa de un concierto en Ronda. Una tarjeta. Un pasaporte... ¿Qué dicen?
- Caballero de Brindis, barón de Salas. ¡Oh! ¡Es el célebre violinista Brindis de Salas!...”

Por otra parte, usted comienza su escrito relatando la historia de la venta-empeño del Stradivarius de Brindis en el Monte de Piedad, cuando en realidad sucedió en una tienda de cambalache de la calle Rivadavia n° 3289 de la capital porteña. El relato de este suceso, publicado también en Caras y Caretas, pero del 16 de septiembre de 1911, es decir varios meses después de la muerte del violinista cubano, no pertenece al periodista Soiza Reilly como usted deja entender. El relato del suceso, no firmado, lo transcribió otro periodista, basándose en lo que le contó el dueño del cambalache, Jorge A. Paulsen, sucedido en su negocio el 23 de mayo de 1911 (10 días antes de la muerte del violinista cubano).
En ningún momento del relato se dice que Brindis ejecutó “un fragmento del concierto para violín de Mendelsohn” antes de desprenderse definitivamente de su violín, como así lo escribe usted. El texto original dice:

“Pero el negro vio que yo desconfiaba, y me contuvo diciéndome : ‘Vea, señor: yo no soy lo que aparento. Ahora estoy pobre, pero he sido muy rico.’ En seguida se colocó el violín bajo la barba, empuñó el arco y tocó en mi presencia una hermosa barcarola.”

Quizás, me dirá usted, que es una libertad ficticia que se permitió, lo cual puede ser muy válido. Pero no, su escrito respira lo real, lo histórico. Además su principal referencia es Soiza Reilly, quien además, nunca firmó ese relato del violín.
Me parece que con tan sólo esos ejemplos inexactos no se pueda pretender tener como referencia a Soiza Reilly o alguno de sus contemporáneos. Esa es una vieja técnica para maquillar las verdaderas fuentes de inspiración.
Yo, por mi parte, sí puedo decir que no sólo Soiza Reilly y tantos otros me sirvieron para crear mi post, mi trabajo se basa en la investigación profunda. Detalles, puedo darle sin problema y sin ningún tipo de alarde. Cuando publiqué mi post sobre la muerte de Brindis de Salas, mi objetivo era ofrecer a los lectores un material gráfico, practicamente desconocido hasta ese momento.
No quiero con esto poner en tela de juicio ni su estilo ni su escrito ni sus conocimientos, no es mi propósito. Sólo recordarle que todos bebemos de otras fuentes, Soiza Reilly en su momento también lo hizo, pero no debemos olvidar la honestidad intelectual y el reconocimiento del trabajo de los otros, incluso de aquellos como yo, que no disponen de una tribuna como Diario de Cuba para publicar sus modestos trabajos.
Una última aclaración: yo no vivo fuera de mi país como usted. Yo fui un exiliado político que tuvo que dejar la isla a los 20 años de edad y hoy día soy un ciudadano francés.

Mis respetos,

Javier de Castromori

20 comentarios:

Belkis Cuza-Malé dijo...

Formidable respuesta, Javier. Digna na de ti.
Muchas bendiciones

Frida M dijo...

Impecable respuesta.
Que los lectores de "Diario de Cuba" (?)amantes de la justicia y la verdad saquen sus propias conclusiones.
Mi apoyo total a Javier de Castromori.

Anónimo dijo...

Javier, tú haces un trabajo empingaísimo, uno que muchos lectores ávidos de la Cuba profunda te agradecen. Yo he escrito una novela, y aunque no uso fotos, ni mucho menos textos, tuyos, te citaré entre la bibliografía utilizada. Pero tu grandeza consiste en tu trabajo (espero que también en tus chocolates ;.)), de modo que entrar en estas discusiones no te aporta más que tu trabajo. No entres en discusiones. En definitiva, que los que te conocemos sabemos lo que tú vales, y esas disquiciones te podrán dar un poco más de visitas a tu blog, pero los vanos que hasta ayer no visitaban tu labor, tampoco lo harán desde ahora. Espero que no considerés una picuencia lo que te estoy diciendo. No me gusta verte manchado con boberías menores, habiéndonos acostumbrado ya, tú, a cosas más sublimes. Mis parabienes.

Anónimo dijo...

Yo sé que tú no me lo has pedido (ni lo que diré a continuación, ni el abreviado post comentario anterior), pero voy a escribir en el post de la cantante lírica, en DDC, lo que significas para muchos cubanos que frecuentamos día tras día tu blog, buscando novedad -qué paradoja- en lo el pasado que tú rescatas.

Zoé Valdés dijo...

Los que compran un cuadro de Picasso son los propietarios del cuadro y de la imagen, para reproducirla tienen que contar con el dueño de la obra. Así que incluso si tú no eres el fotógrafo, pero has adquirido la obra, te pertenece, y deben consultarte y pedir tu autorización para publicarla.

Anónimo dijo...

Javier, esto es lo que colgué en el artículo aclaratorio de la soprano. Ellos, a diferencia de nosotros, deben estar durmiento.

Te lo envío como muestra de agradecimiento. Un beso, aunque sea anómimo.

Yo hasta ayer no sabía que contábamos con una soprano que además de cantar escribe como los dioses... Más allá de las líneas cuestionadas por Javier de Castromori, el artículo permite, en toda su amplitud, "escuchar" una voz escrita que ojalá en su versión cantada fuera tan hermosa, ojalá digo porque nunca la he escuchado.

No conocía a la soprano, pero sí conozco hace más de un año lo que escribe Javier en su blog, uno de los menos explorados acaso, pero acaso el más rico de los escritos por cubanos, porque se basa no en opiniones al viento, sino en algo más elaborado y exquisito: en las fuentes mismas de la historia de la isla.

El día que conozca a Javier, no me quedará más que agradecerle por el casi anónimo pero inconmesurable favor que está haciendo a la memoria histórica de Cuba. Fibra aunténtica, testimonios inéditos, recortes invaluables, de lo que fuimos. Por todo ello le estamos agradecidos los que queremos conocer la Cuba profunda, la que nadie sino cada época en su respectivo tiempo, se ha dignado en reflejar.

Javier, por favor, defiéndete con todo el derecho que te asiste, pero no pierdas de vista a tus lectores fieles, que no somos multitudes (nada verdaderamente preciosos convoca a pandillas), pero somos fieles al regalo que casi cada día, o día por medio, nos regalas, nos rescatas. Un abrazo, y me queda la deuda de conocer tus chocolates, amén de las "antiguas novedades" que nos das a conocer, como la inolvidable vista de los últimos años de Lydia Cabrera en Cuba, o la carrera de autos en el Malecón, con esas fotografías que inauguraban en nuestro imaginario el todo-color.

Anónimo dijo...

Pues no, no estaban durmiento como yo pensaba. Publicaron mi comtario a esta hora.

Marga dijo...

Todo mi apoyo Javier. Excelente respuesta.
Un abrazo.

Lázaro Buría dijo...

¿Sobre qué se discute? Pareciese que sobre "cosas" claras y sencillas: anticipación en el "descubrir", "fidelidad" y mención de las "fuentes", "rigor literario" y, de cierta manera, de "originalidad" y "honestidad intelectual". De todo ello, con el "telón de fondo" de "la situación cubana". ¿Y quiénes lo hacen? Una "mujer de una raza ultrajada" -negra-,y un "ciudadano francés ... que tuvo que dejar la isla a los 20 años" -blanco-. Los cuales -ambos-, fuera de ella -Cuba-,siguen contribuyendo -cada uno en medio de las circunstancias personales en que tiene que sobrevivir-, a preservar "la memoria histórica" de "algo" que siguen sintiendo "suyo" -la cultura nacional cubana, ¿no?-. Deben ser muy importantes para ellos,individualmente,las razones por la cual dedican tiempo a aclarar y precisar aspectos de "la exactitud" de lo que escribieron en los casos respectivos a los que se refieren. Pero me tomo la molestía de usar el mío para decir, a ambos, que, además de gustarme y ser muy útil -¡al menos para mi, como lector!- lo que divulgaron sobre Brindis de Salas. Y que me interesa menos quién lo hizo primero o después, o si fue dicho con más o menos precisión por uno que por el otro porque lo primordial que perseguían ambos, lo lograron: dar noticia testimonial de una verdad particular olvidada, lo cual no solo vale para aquella islita sino también para este mundo globalizado.

Y finalmente regreso a mi primera pregunta para responderme a mi mismo lo siguiente: Se discuté, aunque no sea evidente, sobre porqué las palabras nos gobiernan e impiden que logremos entender y entendernos. ¿Podremos alguna vez librarnos de su tiranía? ¿Cómo?

Notable y bello blog el tuyo, estimado Javier. No te seguiré a diario -¡hay tantos y tanta información que me interesa, que mis 86,400 segundos diaríos de vida no me alcanzan para satisfacer mi curiosidad y muchos menos para aliviar mi ignorancia!-. Pero ya eres "semilla en mi huerto escondido".

Saludos,

Lázaro Buría Pérez

Unknown dijo...

Qué pena todo lo que te ha pasado Javier, cuenta con mi solidaridad. Te enlazo esta respuesta en Todo el mundo habla.
De Diario de Cuba te digoq ue no me produce confianza. Nunca doy por buena una noticia que slae por primera vez allí-
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Los perezosos no duermen...escrutan y copian...ANIMO JAVIER, que demuestras la verdad, las cantantes que canten, y si investigan, que acepten que no es lo de ellas y citen y respeten;

Charlie Bravo dijo...

El estilo de tu respuesta Javier, lo dice todo, y el contenido lo pone todo en claro.
El plagio, no es otra cosa que un robo. Con la misma maldad y la misma torcida mano. Y el plagiario es capaz tambien de difamar, cuando defensa no tiene.

Tania Quintero dijo...

A continuación, comentario que acabo de dejar en DDC, pero como las captcha me trocan, puede que su envío no haya sido correcto.

Cuando uno tiene acceso a internet las 24 horas y va a escribir sobre un personaje famoso o un hecho histórico, por lo regular rastrea en la red, a ver qué se ha publicado al respecto. No para copiarlo, si no para tratar de aportar algo nuevo. Si toma prestado un fragmento, lo menciona, y si es un texto que puede complementar lo que uno ha escrito, le pone un link.

Desde hace tiempo quería escribir sobre María Luisa Gómez Mena y revisando en internet encontré una estupenda investigación titulada "María Luisa Gómez Mena. Una mecenas a la que hay que reivindicar", de José Ramón Alonso Lorea. Me puse en contacto con él y con su autorización, la publiqué en 2010 en mi blog (http://taniaquintero.blogspot.com).

Cuando fui periodista oficial en Cuba (1974-94), varias veces vi a Alina Sánchez actuar, nunca la entrevisté ni hablé con ella, pero tengo buena opinión de ella. Igual que de Javier de Castromori, a quien tampoco personalmente conozco, pero su blog Memorandum Vitae es un sitio de obligada referencia para quienes quieren saber aspectos desconocidos o poco divulgados de la cultura cubana.

El 10 de abril de 2009 en Penúltimos Días publiqué "Jean Claude Abreu y un Turquino en los Alpes", sobre Jean Claude Abreu Bretteville (1922-20076), un hombre de origen cubano con una vida de película. El 5 de mayo, Javier envió un correo electrónico elogiando el trabajo, pero señalando algunas inexactitudes, pues él conoció a Jean Claude. Su correo lo tengo guardado, para tener en cuenta sus señalamientos cuando reelabore ese trabajo, que por cierto, no sé como en se enteraron en el hotel Turquino, en Zermatt, en los Alpes suizos y me escribieron una nota en francés.

Alina y Javier son personas cultas y civilizadas y tras las disculpas recíprocas, debería quedar zanjada esta polémica. Tania Quintero

Anónimo dijo...

Los de Diario de Cuba son una mafia casi siempre a favor del castrismo, pero tapiñados, es lógico que no hayan puesto tu link, ni lo necesitas. Fíjate la fuerza que cogieron en menos de una semana, después de haber dejado Cubaencuentro -si es verdad que lo dejaron-.
Apoyo de Trinidad Jiménez, al parecer de cama, y apoyo de Abel Prieto, seguro, que aunque fuera del poder todavía consigue algo

rutaveintiseislaguagua.com dijo...

Muy buena respuesta , lo felicito . Ranulfo Ramirez.

federico wilkins ,mex dijo...

fino. parco, justo así es la respuesta. Bien Javier!!!

(nunca entendí porque ella subraya su negritud, como un valor)

jordy dijo...

Yo se y entiendo muy bien lo que acabas de aclarar a la pobre Alina .. tienes que entender Javi .. hay gente asi que no pueden trascender su propio ser .. hay gente que vive de eso .. al menos creen que han vivido de lo que les parece que les ha dado "vida" .. despues de todo no olvides que estas hablando con una gloria de Cuba .. con nuestra unica gran Cecilia Valdez ..

Rosa Ileana Boudet dijo...

Apoyo la propuesta de Tania, es lo más saludable. Javier, no te conozco personalmente, pero admiro tu blog y he puesto varios links a él a pesar de que fuiste muy irónico con tu supuesta «propiedad» sobre Catalina Lasa, personaje al que no traté desde el punto de vista de la historia sino de la recreación poética. El trabajo que hiciste con los teatros de La Habana me pareció sensacional. Y los recortes que he puesto en mi blog y voy a quitar pronto, los artículos de Comedias y Comediantes de 1911 y 1930, te dan la medida de que esas fotografías circularon, han pasado muchos años, tienen valor patrimonial. Alina quiso que una fecha no pasara inadvertida, hizo algo sentido, emocional, hermoso. ¿No crees que es bastante ya? Si todo el tiempo que hemos perdido en esta ... que no sé cómo calificar, lo hubiésemos empleado en estudiar a Brindis, tendríamos un tomo completo. Alguien hace algo, bueno, malo o regular y otro defiende que tiene la propiedad. ¿Cuántos libros existen sobre Sarah Bernhardt? ¿Y cuántos sobre Brindis? He ahí la diferencia.

Jorge A. Pomar dijo...

Excelente respuesta a los de DDC y mejor aporte el tuyo a una blogósfera seria y militante que, por desgracia nada casual, a día de hoy languidece a ojos vistas frente a la proliferación de blogs contemporizadores y/o diversionistas. Desde que me enteré --tardíamente-- de la existencia de “Memorándum Vitae” le puse un enlace. Además de erudición, originalidad y profesionalidad, me sedujeron tu honestidad, voluntad de estilo, desinterés, conocimiento de causas y efectos y, sobre todo, claridad de propósitos.

Innecesario llover sobre lo mojado aquí insistiendo en mis razones de fondo para cortar todas las amarras con la AECC y extender indistintamente dicho tajo a sus dos clones. Pues, amén de ser de sobra conocidas, acabas de resumirlas de manera impecable en un par de alusiones corteses: censura, autocensura, compadrazgos, ninguneos, corruptelas, contubernios con La Moncloa y el Palacio de la Revolución…

Desde luego, en la querella de marras te asiste todo el derecho del mundo a quejarte tanto de plagio como de robo de propiedad intelectual. Ahora bien, una vez satisfechos o no tus justos reclamos, me atrevería a tomarme la atribución indebida de aconsejarte echarle tierra al asunto y seguir navegando fuera del alcance de los cantos monocordes de ambas sirenas con dientes de perro biránicos más o menos equidistantes a orillas del Manzanares…

Saludos desde Colonia Agripinensis,

El Abicú
perro

Gertrudis Gómez de Avellaneda dijo...

La hermosura es una soberanía que lleva en sí misma la condición indeclinable de más o menos próxima abdicación; pero cuando tiene por aliados al talento y la virtud, puede arrojar su cetro sin temor a perder ni su majestad ni sus conquistas.
(Un beso desde los Campos Elíseos)
Gertrudis Gómez de Avellaneda