Recomendación: puede disfrutar, si es capaz de combinar lectura y música al mismo tiempo, del tercer movimiento de este concierto en su primera grabación mundial del año 1975, que les propongo más abajo.
Una partitura autógrafa de este Concierto para violín se conserva en el departamento de música de la Biblioteca Nacional francesa fechada en el año de 1864, aunque White realizara al año siguiente unos toques finales mientras sustituía a su amigo y antiguo profesor Jean-Delphin Alard en la catedra del conservatorio de París. Tres años más tarde, en la desaparecida Sala Herz en el número 22 de la rue de la Victoire, se ejecuta este concierto con el mismo White como solista. El programa de ese 3 de marzo de 1867, donde además de su Concierto para violin White interpretó la difícil y célebre Chacona de Bach para violin solo, el joven pianista cubano Ignacio Cervantes tocó unos fragmentos para piano de Chopin y de Alkan. La France Musicale recoge así la velada:
«[…] El martes último, en un concierto ofrecido en la Sala Herz, el señor José White tuvo la buena suerte de recibir del solícito auditorio que lo rodeaba, una doble corona: la que se otorga al violonista y al compositor. El concierto que interpretó, obra de inspiración personal, es una de las mejores composiciones modernas, entre las que de ese género hemos escuchado. El estilo del concierto ha de ser a la vez, serio por sus ideas y su desarrollo, pero gracioso y brillante para poner de relieve el talento de ejecución del virtuoso. Así que hay que evitar un doble escollo, y muchos artistas naufragan en ese punto. […] El concierto de White es muy sobrio en larguezas inútiles y de factura muy cuidadosa. La idea principal se destaca bien del fondo; las armonías son de una finesa y elegancia irreprochables y la orquestación esta escrita con mano firme, sin tanteos ni fallos. Cada uno de los tres episodios se concatenan naturalmente entre sí a través de los tutti para formar un conjunto homogéneo de exelente desarrolllo. El tercer movimiento, Rondo alla turca, es encantador de porte y estilo. […]»
Una partitura autógrafa de este Concierto para violín se conserva en el departamento de música de la Biblioteca Nacional francesa fechada en el año de 1864, aunque White realizara al año siguiente unos toques finales mientras sustituía a su amigo y antiguo profesor Jean-Delphin Alard en la catedra del conservatorio de París. Tres años más tarde, en la desaparecida Sala Herz en el número 22 de la rue de la Victoire, se ejecuta este concierto con el mismo White como solista. El programa de ese 3 de marzo de 1867, donde además de su Concierto para violin White interpretó la difícil y célebre Chacona de Bach para violin solo, el joven pianista cubano Ignacio Cervantes tocó unos fragmentos para piano de Chopin y de Alkan. La France Musicale recoge así la velada:
«[…] El martes último, en un concierto ofrecido en la Sala Herz, el señor José White tuvo la buena suerte de recibir del solícito auditorio que lo rodeaba, una doble corona: la que se otorga al violonista y al compositor. El concierto que interpretó, obra de inspiración personal, es una de las mejores composiciones modernas, entre las que de ese género hemos escuchado. El estilo del concierto ha de ser a la vez, serio por sus ideas y su desarrollo, pero gracioso y brillante para poner de relieve el talento de ejecución del virtuoso. Así que hay que evitar un doble escollo, y muchos artistas naufragan en ese punto. […] El concierto de White es muy sobrio en larguezas inútiles y de factura muy cuidadosa. La idea principal se destaca bien del fondo; las armonías son de una finesa y elegancia irreprochables y la orquestación esta escrita con mano firme, sin tanteos ni fallos. Cada uno de los tres episodios se concatenan naturalmente entre sí a través de los tutti para formar un conjunto homogéneo de exelente desarrolllo. El tercer movimiento, Rondo alla turca, es encantador de porte y estilo. […]»
Portada del LPD editado por Columbia Records Masterworks en 1975
José White, Concierto para violin en F-Sharp Minor, tercer movimiento: Allegro moderato. Aaron Rosand (solista) y la London Symphony Orchestra dirigida por Paul Freeman.
José White, Concierto para violin en F-Sharp Minor, tercer movimiento: Allegro moderato. Aaron Rosand (solista) y la London Symphony Orchestra dirigida por Paul Freeman.
Este Concierto de White, único dentro de sus composiciones, volvería a ejecutarse sólo en algunas otras ocasiones. Como nota curiosa, quisiera señalar que en 1875, de vuelta a Cuba, en su ciudad natal y en La Habana, White lo interpreta acompañado de Juan Torroella e Ignacio Cervantes, encargados éstos dos últimos de deslizar junto a él algunos compases de La Bayamesa durante el primer movimiento, justo después del allegro y antes del solo.
La partitura autógrafa de White se conservó en la Biblioteca Nacional francesa después de la muerte del compositor y en la década del 1970, fue redescubierta por el compositor y profesor estadounidense Paul Glass del Brooklyn College, mientras realizaba estudios en París sobre la obra de Anton Webern. Glass junto a Kermit Moore editan el Concierto para violín en Fa diese menor y una “première” tiene lugar el 24 de febrero de 1974, en el Avery Fisher Hall del Lincoln Center de New York con Ruggiero Ricci como solista y acompañado por la orquesta Symphony of the New World bajo la dirección del propio co-editor Kermit Moore. El diario The New York Times reporta: «Lo más insólito del programa fue sin duda el Concierto para violín en F-Sharp Minor de José White. La orquestación es apenas menos compleja, pero hábilmente compuesta y sirve como telón de fondo al solista y a sus proezas pirotécnicas.» Un año más tarde, The Afro-american Music Opportunities Association, cuyo objetivo fundamental era el de apoyar y promover un amplio espectro de actividades relacionadas con la música y los músicos negros, lleva a cabo un proyecto de antología musical de compositores negros que culminaría con la grabación y publicación de la Black Composers Series compuesta de 8 volumenes entre los que se encuentra el concierto del compositor matancero. Para esta primera grabación un violinista de talla era necesario: la ejecución del violín estaría a cargo de Aaron Rosand y Paul Freeman dirigiría la London Symphony Orchestra.
El Concierto de White, formulado en tres movimientos: Allegro, Adagio ma non troppo y Allegro moderato, es ciertamente una pieza rara dentro del repertorio musical cubano. Hay quienes al escucharlo buscan parecidos en antecedentes composiciones; nuestro oído también sufre aquí las influencias de las más célebres piezas para violín compuestas por los consagrados artistas europeos del siglo XIX. En realidad, este concierto tiene un lirismo y un carácter muy personal, tanto por su orquestación como por las partes del solo de violín. Es curioso que White hubiese escogido un Fa Sostenido Menor como clave de un concierto de violín. La elección es rara, pero existen precedentes que el violinista matancero seguramente conocía muy bien. De hecho, esto podría indicarnos una actitud competitiva hacia otros dos compositores-virtuosos contemporáneos: Heinrich Wilhelm Ernst (1814-1865) y Henryk Wieniawsky (1835-1880), los cuales compusieron conciertos en este tipo de clave en los primeros años de la década de 1850.
El primero de los tres movimientos es tradicional, en forma de sonata y el solista ofrece una amplia oportunidad para mostrar su técnica y su expresividad lírica. El segundo movimiento, es un adagio de forma ternaria, es decir, dividido en tres elementos rítmicos iguales que desembocan en una cadenza; momento en que el solista hace un libre alarde técnico que le permite un lucimiento virtuoso. El tercer y último movimiento desemboca en un vigoroso rondo finale, en el que orquesta y solista rivalizan casi en un mismo plano rítmico, ésto, pese al desenfreno y derroche de las posibilidades del solista.
La grabación que han escuchado o que muy pronto escucharán, ha sido recuperada de un viejo LPD editado por Columbia Records Mastersworks del año 1975, la primera grabación mundial que de este concierto se hizo. En 1997, la editora Cedille Records realiza una segunda grabación en un album CD bajo el título de Violín Concertos by Black Composer of the 18th and 19th centuries, con Rachel Barton Pine como violín solista y acompañada por la Encore Chamber Orchestra, bajo la dirección de Daniel Hege. Esta última grabación aún se puede encontrar ya sea en páginas como Amazone.com o descargando el disco en i-Tunes Store.
Aprovecho la ocasión para agradecer a mi amigo, el gran pianista francés Alain Planès el haberme ofrecido hace quince años un ejemplar del LPD del concierto de White en el cual él también interpreta una sonata para violín y piano de otro compositor negro: David Baker.
Y como de José White se trata, no puedo cerrar este post sin antes no hacerles escuchar la más célebre de sus composiciones: La bella cubana. Una joya de la Edison Diamond Disc / 78 RPMs & Cylinder Recordings que ya se encuentra bajo dominio público. Para la ocasión un tal "Trío Cubano" (piano y dos violines). La grabación fue realizada el 18 de septiembre de 1924.
José White, La bella cubana (El Trío Cubano, grabación Edison, 1924)
Nota: Las imágenes de José White pertenecen a la Bibliothèque Nationale Française (Richelieu), Département Musique, fonds estampes.