viernes, 26 de diciembre de 2008
Feliz Navidad & Feliz Año Nuevo
jueves, 11 de diciembre de 2008
La voz del poeta (II)
AH, QUE TU NO ESCAPES
Ah, que tú escapes en el instante
en el que ya habías alcanzado tu definición mejor.
Ah, mi amiga, que tú no quieras creer
las preguntas de esa estrella recién cortada
que va mojando sus puntas en otra estrella enemiga.
Ah, si pudiera ser cierto que a la hora del baño,
cuando en una misma agua discursiva
se bañan el inmóvil paisaje y los animales más finos:
antílopes, serpientes de pasos breves, de pasos evaporados,
parecen entre sueños, sin ansias, levantar
los más extensos cabellos y el agua más recordada.
Ah, mi amiga, si en el puro mármol de los adioses
hubieras dejado la estatua que nos podía acompañar,
pues el viento, el viento gracioso,
se extiende como un gato para dejarse definir.
Enemigo rumor, 1941
domingo, 30 de noviembre de 2008
Un gran pianista (update)
Merci beaucoup mon cher Alain!
martes, 25 de noviembre de 2008
Un gran pianista
Alain Planès, músico de extrema sensibilidad comenzó los estudios de piano en Lyon, su ciudad natal a la edad de cinco años y tres años más tarde tocaba el piano acompañado por una orquesta. En su período norteamericano tuvo el privilegio de trabajar con músicos tan prestigiosos como Pressler, Sebök, Primrose y Starker; con éste último ofreció durante mucho tiempo una serie de conciertos en los Estados Unidos y Europa. Es un honor para mi tenerlo entre mis amigos, hombre fiel, artista noble.
Dylana Jenson (violin) Alain Planès (Piano), Sonata para violin y piano en La Mayor, Op. 47 "Kreutzer" de Beethoven. I. Adagio sostenuto. Presto
El contratenor y la ópera barroca
Para la Reina Isis, con quien comparto la pasión por la música barroca.
Andreas Scholl canta el aria Va tacito de la opera Giulio Cesare de Haendel. Royal Danish Theatre de Copenhagen, 2005.
Giulio Cesare, atto I, scena 9
Cesare
Va tacito e nascosto,
quand’avido è di preda,
l’astuto Cacciator.
E chi è a mal far disposto,
non brama, che si veda
l’inganno del suo Cor.
Va tacito…
Giulio Cesare (1724)
Estamos ante una de las más grandes óperas escritas antes de Mozart. Para su estreno Cuzzoni cantaba Cleopatra y Senesino, Julio César. El aria cantado por César, Va tacito, se desarrolla durante una visita de éste último a Tolomeo. En realidad, Tolomeo tenía la intención de matar a César, pero éste, preparado para lo que pudiese ocurrir, canta un aria metafórico.
Andreas Scholl interpreta el aria Vivi Tiranno de la opera Rodelinda de Haendel, dirigida por William Christie. Glyndebourne, 1998.
Rodelinda, atto III, scena 4
BERTARIDO
Vivi, tirano,
io t’ho scampato;
svenami, ingrato,
sfoga il furor !
Volli salvarti
sol per mostrarti,
ch’ho di mia sorte
più grande il cor…
Vivi, tirano…
Andreas Scholl y Anna Caterina Antonacci en el duetto Io t'abbraccio de la opera Rodelinda de Haendel, dirigida por William Christie. Glyndebourne, 1998.
Duetto di Rodelinda e Bertarido
Io t’abbraccio
E più que morte, aspro e forte,
è pel cor mio questo addio,
che il tuo sen dal mio divide.
A mia vita,
ah mio tesoro, se non moro,
è più tiranno quell’affanno,
che dà morte, e non uccide.
Io t’abbraccio…
Rodelinda (1725)
Esta ópera fue representada por primera vez en febrero de 1725. Después de la decimocuarta representación fue interrumpida a causa de la enfermedad del castrado Senesino. El aria Vivi, tirano fue agregada junto a otras tres más en diciembre de ese mismo año, cuando las representaciones fueron retomadas. Senesino cantaba el personaje de Bertarido, verdadero rey de Lombardía, destronado por Grimoaldo y declarado muerto, al mismo tiempo que éste último cortejeaba a Rodalinda, mujer de Bertarido. Hacia el final de la ópera, Bertarido salva la vida de Grimoaldo, justo en el momento en que un ambicioso lugarteniente se dispone a asesinarlo mientras dormía. Bertarido deja entonces bien claro que su acto no representa ningún tipo de afección para con el usurpador de su trono. Grimoaldo, sensible al gesto de Bertarino, decide devolverle mujer y trono al rey lombardo.
martes, 28 de octubre de 2008
Personajes del olvido. ( I )
Loreta Janeta Velázquez (La Habana, 1842 - San Francisco, 1908), vestida de mujer y endosando el uniforme del lugarteniente Harry T. Buford.
"En noviembre último falleció en San Francisco una célebre amazona, Loreta Velázquez, natural de La Habana, que a los catorce abriles contrajo matrimonio con un oficial del ejército de los Estados Unidos, a quien siguió a Nueva Orleans. A poco estallaba la terrible guerra de Secesión, y Loreta, después de ver a su marido ir a ocupar su puesto en el ejército sudista, no quiso abandonarle, y provista de un uniforme y de unos bigotes postizos, formó un regimiento de voluntarios, poniéndose con ellos a la disposición del generalísimo. Por un capricho de la suerte, destinó éste para revistar y mandar el destacamento voluntario, precisamente al marido de Loreta, y puede juzgarse cuál sería la sorpresa del oficial al encontrarse a su mujer en aquella traza y con tan belicosas intenciones.
Según las memorias de Loreta, nació en La Habana, el 26 de junio de 1842, y sus ancestros por parte paterna descendian directamente de Don Diego de Velázquez de Cuéllar, fundador de Baracoa y de su homónimo, el pintor del siglo de oro español. Su libro narra buena parte de su vida -ficcion o no-, llena de sobresaltos, viajes y aventuras. Heroína a los ojos de muchos, fantasiosa para otros, pero en el fondo una mujer intrépida y avanzada a las costumbres de su época. Que juzguen pues los historiadores y que disfruten los lectores.
Aquí les dejo una versión más ligera del libro en PDF : The Woman in Battle
jueves, 23 de octubre de 2008
Una proposición a tener en cuenta.
lunes, 20 de octubre de 2008
Esplendor barroco de Charpentier
La obra de Charpentier, olvidada casi totalmente después de su muerte, tuvo un renacimiento a partir de la década de 1950, fecha en que comenzaron a grabarse en discos, los cuales hoy día representan más de la mitad de su colosal producción. Esta difusión excepcional de la obra de un artista barroco ha permitido reconsiderar el espacio de Charpentier dentro del paysaje musical occcidental; convirtiéndolo en el compositor del barroco francés más grabado e interpretado en los últimos tiempos. Hemos de considerar que uno de los grandes aciertos de su música es el haber contrapuesto el estilo italianizante que reino en más de la mitad del siglo XVII a un nuevo estilo francés.
domingo, 19 de octubre de 2008
Obsesión de Suzy Solidor
Suzy Solidor (1900-1983). Obsession (1933), texto de Edmond Harancourt y música de Laurent Rualton.
Obsession (1933)
Chaque femme… je la veux
Obsesión (1933)
A cada mujer deseo…
Del talón a los cabellos
Las desconocidas…
Mis sueños inaplacables
A sus pieles desnudas…
Mis caricias por enjambres
De sus pechos…
A mis narices…
Por las curvas del mármol humano
A donde mis labios van…
Y sobre los torsos pulidos
trad. Jdcm
miércoles, 8 de octubre de 2008
Unos días... o semanas... de ausencia...
lunes, 6 de octubre de 2008
Borradores de escritores en la Biblioteca Nacional Francesa.
El término "brouillon" (borrador) aparece sólo en 1551, definiéndose, un siglo después de la invención de Gutenberg con respecto a los manuscritos e impresos. Pero el objeto en sí desde hacía mucho tiempo había abarcado los diversos soportes de la escritura: hojas de papiro, tablas de madera o de cera... La etimología aproxima la palabra al término germánico brod, "brouet", "bouillon". Esas son, en efecto, las efervescencias del pensamiento que se vislumbran al presentar los manuscritos de trabajo, testigos de las dudas y de los bloqueos de la mente; de los abandonos y de la continuación de lo interrumpido; de las búsquedas y los hallazgos del autor. Conscientes de la parte de ellos mismos que abandonan en sus archivos, los escritores han tenido y tienen aún con respecto a sus borradores, una actitud muy variable: algunos los destruyen y otros los conservan en parte o en su totalidad con el fin de legarlos a la posteridad. Pero aquellos que hoy escriben directamente en ordenadores, ¿dejarán éstos una huella de sus creaciones? Esta pregunta nos remite a la cuestión acerca de la irreemplazable contribución de los manuscritos en el conocimiento de un autor y la comprensión genética de la escritura. Si según Walter Benjamin, la obra es "la máscara mortuaria de la creación", ¿los borradores no nos revelan su rostro más auténtico?
En enero de 1908, Madame Straus, gran amiga de Proust, ofreció al escritor cinco cuadernillos comprados en la sucursal parisina Kirby Beard & Co (5, rue Auber) como aguinaldo de año nuevo. El escritor comenzó a utilizarlos inmediatamente, justo en el momento en que preparaba su ensayo Contra Sainte-Beuve, y más tarde, durante todo el período de elaboración de En busca del tiempo perdido, hasta el año 1918. Estos cuadernillos contienen multitudes de informaciones sobre la génesis de la obra: notas de lectura, bocetos fragmentados, intensiones destinadas a los diferentes personajes de su novela, etc. Proust se alimentaba con frecuencia de esos cuadernos de borrador, utilizando los elementos copiados con anterioridad e integrándolos más tarde en el texto que estaba escribiendo. El primero de estos cuadernos contiene algunos esbozos de Contra Sainte-Beuve y una lista de capítulos titulada "Páginas escritas". El segundo, conserva un conjunto de bocetos variados entre los que se encuentra uno sobre los aeroplanos precedido de la mención "capital" que el autor retomará en La Prisionera, quinto volumen de la serie, publicado a título póstumo en 1925, por la Nouvelle Revue Française.
La Biblioteca Nacional francesa, en su página web, a organizado la exposión virtual "Brouillons d'écrivains" (Borradores de escritores) en la que podrán ver muchos de los ejemplos aquí expuestos.
sábado, 4 de octubre de 2008
Prostitución infantil en Cuba (el reportaje en Youtube)
Para aquellos que no pudieron ver ayer en la noche el reportaje de Telecinco aqui lo tienen. Colgado en Youtube por http://www.noticierocuba.com/
Declaración de los Derechos del Niño
Proclamada por la Asamblea General en su resolución 1386 (XIV), de 20 de noviembre de 1959 (Oficina del alto comisionado para los derechos humanos)
PREAMBULO
Considerando que los pueblos de las Naciones Unidas han reafirmado en la Carta su fe en los derechos fundamentales del hombre y en la dignidad y el valor de la persona humana, y su determinación de promover el progreso social y elevar el nivel de vida dentro de un concepto más amplio de la libertad,
Considerando que las Naciones Unidas han proclamado en la Declaración Universal de Derechos Humanos que toda persona tiene todos los derechos y libertades enunciados en ella, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, opinión política o de cualquiera otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición,
Considerando que el niño, por su falta de madurez física y mental, necesita protección y cuidado especiales, incluso la debida protección legal, tanto antes como después del nacimiento,
Considerando que la necesidad de esa protección especial ha sido enunciada en la Declaración de Ginebra de 1924 sobre los Derechos del Niño y reconocida en la Declaración Universal de Derechos Humanos y en los convenios constitutivos de los organismos especializados y de las organizaciones internacionales que se interesan en el bienestar del niño,
Considerando que la humanidad debe al niño lo mejor que puede darle,La Asamblea General,
Proclama la presente Declaración de los Derechos del Niño a fin de que éste pueda tener una infancia feliz y gozar, en su propio bien y en bien de la sociedad, de los derechos y libertades que en ella se enuncian e insta a los padres, a los hombres y mujeres individualmente y a las organizaciones particulares, autoridades locales y gobiernos nacionales a que reconozcan esos derechos y luchen por su observancia con medidas legislativas y de otra índole adoptadas progresivamente en conformidad con los siguientes principios:
Principio 1
El niño disfrutará de todos los derechos enunciados en esta Declaración. Estos derechos serán reconocidos a todos los niños sin excepción alguna ni distinción o discriminación por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento u otra condición, ya sea del propio niño o de su familia.
Principio 2
El niño gozará de una protección especial y dispondrá de oportunidades y servicios, dispensado todo ello por la ley y por otros medios, para que pueda desarrollarse física, mental, moral, espiritual y socialmente en forma saludable y normal, así como en condiciones de libertad y dignidad. Al promulgar leyes con este fin, la consideración fundamental a que se atenderá será el interés superior del niño.
Principio 3
El niño tiene derecho desde su nacimiento a un nombre y a una nacionalidad.
Principio 4
El niño debe gozar de los beneficios de la seguridad social. Tendrá derecho a crecer y desarrollarse en buena salud; con este fin deberán proporcionarse, tanto a él como a su madre, cuidados especiales, incluso atención prenatal y postnatal. El niño tendrá derecho a disfrutar de alimentación, vivienda, recreo y servicios médicos adecuados.
Principio 5
El niño física o mentalmente impedido o que sufra algún impedimento social debe recibir el tratamiento, la educación y el cuidado especiales que requiere su caso particular.
Principio 6
El niño, para el pleno y armonioso desarrollo de su personalidad, necesita amor y comprensión. Siempre que sea posible, deberá crecer al amparo y bajo la responsabilidad de sus padres y, en todo caso, en un ambiente de afecto y de seguridad moral y material; salvo circunstancias excepcionales, no deberá separarse al niño de corta edad de su madre. La sociedad y las autoridades públicas tendrán la obligación de cuidar especialmente a los niños sin familia o que carezcan de medios adecuados de subsistencia. Para el mantenimiento de los hijos de familias numerosas conviene conceder subsidios estatales o de otra índole.
Principio 7
El niño tiene derecho a recibir educación, que será gratuita y obligatoria por lo menos en las etapas elementales. Se le dará una educación que favorezca su cultura general y le permita, en condiciones de igualdad de oportunidades, desarrollar sus aptitudes y su juicio individual, su sentido de responsabilidad moral y social, y llegar a ser un miembro útil de la sociedad.
El interés superior del niño debe ser el principio rector de quienes tienen la responsabilidad de su educación y orientación; dicha responsabilidad incumbe, en primer término, a sus padres.
El niño debe disfrutar plenamente de juegos y recreaciones, los cuales deben estar orientados hacia los fines perseguidos por la educación; la sociedad y las autoridades públicas se esforzarán por promover el goce de este derecho.
Principio 8
El niño debe, en todas las circunstancias, figurar entre los primeros que reciban protección y socorro.
Principio 9
El niño debe ser protegido contra toda forma de abandono, crueldad y explotación. No será objeto de ningún tipo de trata.
No deberá permitirse al niño trabajar antes de una edad mínima adecuada; en ningún caso se le dedicará ni se le permitirá que se dedique a ocupación o empleo alguno que pueda perjudicar su salud o su educación o impedir su desarrollo físico, mental o moral.
Principio 10
El niño debe ser protegido contra las práticas que puedan fomentar la discriminación racial, religiosa o de cualquier otra índole. Debe ser educado en un espíritu de comprensión, tolerancia, amistad entre los pueblos, paz y fraternidad universal, y con plena conciencia de que debe consagrar sus energías y aptitudes al servicio de sus semejantes.
jueves, 2 de octubre de 2008
Prostitución infantil en Cuba
martes, 30 de septiembre de 2008
Exposición virtual de Daumier
Mesalinas y chulos en tiempos de Yarini.
Al asumir el ejercito de los Estados Unidos el mando provisional de Cuba, dicho barrio de San Isidro, reunió en él las llamadas cinco «zonas» que constituían hasta ese momento los epicentros de la prostitución en La Habana. Es durante los siglos XVI y XVII que en la capital de la isla proliferaron las llamadas «mujeres de mal vivir» que, hacían su agosto con la llegada de los barcos al puerto de La Habana. Según el doctor Benjamín de Céspedes en su libro La prostitución en la ciudad de La Habana, publicado en 1888, la prostitución comenzó a ejercerse en Cuba a través de las negras y mulatas esclavas, cuyos amos cobraban el producto de las entregas temporales de éstas, y dividían su afición en seis días de la semana para el «jugoso negocio» y el domingo para ir a la iglesia. Desde finales de siglo XIX, producto del empobrecimiento del país por las guerras de independendencia, el porcentaje de prostitutas blancas es mayor con respecto al de las tradicionales negras y mulatas. A estas últimas se suman las prostitutas extranjeras que llegaban a la capital. Según un reportero del diario La Lucha, en 1910, «llegaban a veces engañadas, a veces por su voluntad, y siempre atraídas por el oro, llegando a los puertos en grupos, acompañadas por algún paisano buen mozo, elegante y gastador. Este promete colocaciones de modistas, sombrereras, camareras, etc., luego las induce en la mala vida [...]». Estos grupos de extranjeras estaban formados en su gran mayoría, según los informes procurados por la policia a la prensa, por españolas: dicharacheras andaluzas y madrileñas. Luego se agregaban a la lista puertorriqueñas, mexicanas, americanas, francesas, austríacas, venezolanas, dominicanas y belgas. Siempre se supuso que eran Francia y Bélgica los principales países exportadores de mesalinas, pero el secreto de esto estriba en el apelativo que se le daba de «francesa» a todas las chicas foráneas que hablaban otro idioma distinto al español y al parecer también a la reputación que éstas tenían con respecto a sus prácticas sexuales. Fue sin embargo una francesa, Berthe La Fontaine, cariñosamente llamada «La Petite Bertha» en contraposición a la «La Grosse Bertha» -la más célebre pieza de la artillería alemana durante la primera guerra mundial-, quien sería el centro del célebre «affaire» conocido incluso en nuestros días.
Alberto Yarini y Ponce de León, a pesar de su reputación de manejador de mujeres, desciende de una familia acomodada de La Habana, cuyos orígenes se remontan en Italia y las Islas Canarias. Su padre, Cirilo José Aniceto Yarini, ocupaba la cátedra de Odontología de la Universidad de La Habana. Es en la capital cubana, en el año de 1884, que nace Alberto. Junto a su hermano mayor José Anastasio, quien morirá en 1925, ingresa en el Colegio San Melitón, pasando luego ambos, en 1894, a continuar estudios de Odontología en los Estados Unidos. Al regreso de los hermanos Yarini en 1900 a la capital, el mayor, José Anastasio, revalida su título de cirujano dental en la Universidad de La Habana, no sucediendo así con Alberto, en quien la predilección por la «vida alegre» primaba.
Rara nobleza de carácter solía atribuírsele a Yarini, al mismo tiempo en que era visto como uno de los hombres mejor vestidos de la ciudad. Su personalidad, su amabilidad y atrayente simpatía, le valían la admiración de mujeres y hombres. Gustaba pasearse a caballo por el Paseo del Prado y por el Malecón, así como por las afueras de la capital, pasatiempo que le permitía hacer gala de su prestancia a la hora de ejercer sus dotes de rompecorazones. Por su casa de la calle de Paula, solían desfilar a diario numerosas personas necesitadas para las cuales su monedero era el primero en abrirse y el último en cerrarse. También a causa de su origen familial y de su cargo de presidente de los Conservadores de San Isidro, Yarini se relacionaba al mismo tiempo con personajes de la vida pública cubana.
Un aspecto de la personalidad de Yarini es la historia de la que se hizo eco el diario La Lucha durante la segunda intervención norteamericana, en la que el célebre proxeneta fue el centro del escándalo. La acción transcurrió en el café El Cosmopolita de la famosa Acera del Louvre en el cual se encontraba junto a un grupo de amigos, entre ellos el general Jesús Rabí. Allí escuchó por boca de dos norteamericanos: «…por eso no me gusta este país -decía uno de ellos- aquí los negros entran juntos con los blancos en todas partes…» Y como el joven Alberto comprendía el inglés, se las arregló para que sus acompañantes lo siguieran a abandonar el lugar. Una vez en la calle buscó un pretexto para regresar al café y hacerle saber a los américanos que sus ofensivas palabras estaban fuera de lugar y que el negro que lo acompañaba no era ni más ni menos que el Mayor General Rabí, héroe de la lucha insurrecta contra el dominio español. El ambiente se había rapidamente caldeado y como buen criollo terminará esta historia a trompadas, fracturando el máxilar de uno de los americanos que no era otro que el Encargado de Negocios del gobierno de los Estados Unidos.
La vida de proxeneta de Yarini se había desarrollado hasta el momento de los sucesos de San Isidro en una relativa calma, hasta la llegada al puerto de La Habana, en 1909, procedente de Francia, de una joven rubita llamada Berthe La Fontaine quien muy pronto responderá al apodo de la «Petite Berta». La francesita, había sido traída a Cuba por un paisano suyo llamado Louis Lotot, «honorable» chulo francés que hacía sus viajes entre La Habana y Europa en busca de nuevas «mercancías». Fue durante uno de los viajes de Lotot que la «Petite Bertha» se puso bajo la sombra augusta de Alberto Yarini.
A su regreso de Europa, tres meses después, Lotot, enterado de lo ocurrido en su ausencia, es recibido por su infiel amigo Yarini en el muelle de La Machina. El galo en tono armónico le dice a Yarini: « - Alberto, sé que Berta vive contigo. Estáte tranquilo, no te la voy a enamorar. Pero eso sí, si ella me manda a buscar, me la llevo.»
Luego los dos amigos salieron a tomar unas copas en un bar cercano a los muelles, como si nada hubiera pasado. Poco tiempo después Bertha le escribía a su ex amante que la fuera a buscar, pues estaba dispuesta a volver con él. Es entonces que la intriga y las comidillas se propagaron por todos los prostíbulos, cafés y centros de diversión. «Lotot -escribió el diario La Lucha- gran filósofo en su especial modo de vivir, lejos de reñir con Yarini, hízole saber que estaba en Cuba como había estado en otras partes del mundo «para explotar mujeres», «no para hacerse matar por ellas».
La crítica de otros proxenetas franceses e italianos contra Lotot se hizo sentir, argumentando estos que era una debilidad de Lotot el no haber defendido a capa y espada su joyita francesa.
Pronto la situación entre «apaches» (franceses e italianos) y «guayabitos» (cubanos) se tensaría. Los «apaches», molesto por las vejaciones a que eran sometidos por los «guayabitos», deciden tomar revancha reuniéndose en una fonda situada en la calle Habana esquina Desamparados. A este grupo se agregaron poco después Louis Lotot, Joseph Quobrier, Jean Petijean, Jean Boggio, Cesare Mona, Ernest Lavière, Raoul Finet, Cécil Bazzul y Valeti. Todos excitaron a Lotot para que vengara la afronta, acordando así los reunidos de cooperar en el asunto que Lotot quedaba forzado a ventilar.
El ya mencionado diario La Lucha, relata que «Lotot se dirigió al café Habana, conocido por «El de Victor», acompañado de Jean Petijean, donde tomaron unas copas; y después por San Isidro se dirigieron hacia Compostela, donde encontraron a Alberto Yarini frente al número 60, en cuyo lugar sostuvieron una reyerta a tiros, interviniendo en la misma José Basterrechea, conocido por «Pepito», íntimo y acompañante de Yarini, quien descargó su revólver contra Lotot. Con anterioridad al hecho se habían situado en la azotea de la casa número 61, y también en la planta baja, Jean Boggio, Cesare Mona, Ernest Lavière, Valeti y Bozzul, quienes desde la azotea dispararon sus revólveres contra Yarini, siendo éste el motivo de que dicho joven recibiera dos heridas de arriba a abajo».
Lotot, que vestía un traje carmelita, con bombín, murió en el acto. Yarini, herido de muerte, fue transportado al hospital de Emergencias, situado entonces en la esquina de Salud y Cerrada del Paseo.
Esa noche en el Molino Rojo, de Galiano y Neptuno, La Chelito cantaba su aplaudido couplet La Pulga; mientras en el Nacional se estrenaba Lo Cursi del dramaturgo español Jacinto Benavente. Mario Sorongo por su parte, estrenaba en el Martí su obra Una rumba en los aires y Eduardo Robreño en el Payret su Napoleón. Las muchachas leían con deleite a Carolina Invernizzo. Los salones se inundaban con los valses de Strauss. Esperanza Iris triunfaba como reina de la opereta. En el Parque Central, los grupos de aficionados del béisbol comentaban el formidable empate logrado por Méndez en su «pitcheo» contra el Detroit.
Mientras la noche habanera se sumía bajo todos sus espectáculos en el hospital de Emergencia, el corazón de veintiséis años del Don Juan cubano, dejaba de latir a las diez y treinta y cinco de la noche.
El cadáver de Yarini, custodiado por la policía, fue trasladado a la residencia familial de Galiano 22, entre Animas y Lagunas. Sus amigos políticos habían organizado todo para velarlo en el Círculo Conservador, pero su padre se opuso rotundamente.
El entierro tuvo lugar en la mañana del jueves 24 de noviembre de 1910. Todas las capas sociales se dieron cita en el mismo. Su heterogeneidad estaba dada por la mezcla de sus participantes: el ñáñigo desfilaba al lado del catedrático, el político junto a la prostituta, el truhán junto al policía… Cuenta el periodista Ramón G. Mora, que en Reina y Belascoaín, cuando el féretro iba a ser introducido en la carroza, el pueblo se amotinó, impidiéndolo. Ese mismo pueblo más tarde llevaría de boca en boca las coplas que imortalizarían al chulo Yarini:
Franceses carentes de honor,
salid de Cuba en seguida,
si no queréis que Yarini
os arranque vuestra vida.
O mejor aquélla que resume su vida:
Nada temas, la vida te sonríe
sigue en pos de la orgía y los placeres,
pues las torpes mesalinas, cada vez,
raudal de oro vierten a tus pies.
En medio de tu vida de placeres
cual si fueran traídos para ti,
más sinceros que besos de mujeres,
domingo, 14 de septiembre de 2008
Un soneto erótico y ambiguo
martes, 26 de agosto de 2008
La voz del poeta ( I )
Ferdinand Brunot no se equivocó al fundar en 1911 los «Archives de la parole» (Archivos de la voz), base del Instituto de fonética de la Universidad de París junto a Émile Pathé quien le proporcionó un laboratorio de grabación y un personal calificado. Es así que el 24 de diciembre de 1913, a las once de la mañana, Brunot y su esposa, acompañados por un ingeniero de sonido de Pathé graban para la historia la voz del poeta Guillaume Apollinaire recitando tres poemas : Le pont Mirabeau, Le voyageur y Marie. La sesión contó ademas con otros tres escritores : André Billy, Paul Fort y André Salmon, venidos todos a grabar también sus voces. Al día siguiente, André Salmon relata así la sesión de grabación en el Gil Blas:
«[…] se escucha (Apollinaire), no sin asombro. Sus amigos lo reconocen, pero él no. En efecto, gracias al fonógrafo, realmente podemos disfrutar de esos profundos órganos de la percepción auditiva […] mientras nos devuelven esa misma voz que ahoga cuando hablamos, las llamadas percepciones profundas, demasiado delicadas ; las voces interiores, habria dicho Victor Hugo, a quien hubiera gustado mucho la invención del profesor Brunot. De ese modo, a la segunda audición escuchamos por la primera vez y con gran sorpresa. Después de Guillaume Apollinaire, también nosotros conocimos esa emoción, ese desconcierto al escuchar cantar a nuestro doble. […]»
Le pont Mirabeau
Guillaume Apollinaire (1880 - 1918)
Sous le pont Mirabeau coule la Seine
Et nos amours
Faut-il qu'il m'en souvienne
La joie venait toujours après la peine
Vienne la nuit sonne l'heure
Les jours s'en vont je demeure
Les mains dans les mains restons face à face
Tandis que sous
Le pont de nos bras passe
Des éternels regards l'onde si lasse
Vienne la nuit sonne l'heure
Les jours s'en vont je demeure
L'amour s'en va comme cette eau courante
L'amour s'en va
Comme la vie est lente
Et comme l'Espérance est violente
Vienne la nuit sonne l'heure
Les jours s'en vont je demeure
Passent les jours et passent les semaines
Ni temps passé
Ni les amours reviennent
Sous le pont Mirabeau coule la Seine
Vienne la nuit sonne l'heure
Les jours s'en vont je demeure
Alcools (1912) © Gallimard
Hace ya varios años, exactamente en noviembre de 1994, durante una noche de tedio habanero, unos amigos, Manuel, Jorgito y Juan Javier, grabaron de manera casi igual, aunque en condiciones más primitivas que las de Apollinaire, a un amigo y gran poeta que he perdido de vista: Norge Espinosa. El poeta, en esta ocasión leyó ante la vieja radio-casetera cuatro poemas de su libro Las breves tribulaciones, premio Caimán Barbudo, 1989 y editado en Santa Clara en 1993. A Dejar la Isla, Vestido de novia, Poema de situación y LCD, le siguen otros tres poemas hasta ese momento inéditos: Conversación con Gastón Baquero, El manso fuego que su voz corona e Invocación frenética del viento. Les dejo entonces con el más desgarrador y potente de sus poemas, atrapado aquí, con todo el misterio de la voz humana y poética.
lunes, 28 de julio de 2008
El concierto para violín en Fa Sostenido Menor de José White.
Una partitura autógrafa de este Concierto para violín se conserva en el departamento de música de la Biblioteca Nacional francesa fechada en el año de 1864, aunque White realizara al año siguiente unos toques finales mientras sustituía a su amigo y antiguo profesor Jean-Delphin Alard en la catedra del conservatorio de París. Tres años más tarde, en la desaparecida Sala Herz en el número 22 de la rue de la Victoire, se ejecuta este concierto con el mismo White como solista. El programa de ese 3 de marzo de 1867, donde además de su Concierto para violin White interpretó la difícil y célebre Chacona de Bach para violin solo, el joven pianista cubano Ignacio Cervantes tocó unos fragmentos para piano de Chopin y de Alkan. La France Musicale recoge así la velada:
«[…] El martes último, en un concierto ofrecido en la Sala Herz, el señor José White tuvo la buena suerte de recibir del solícito auditorio que lo rodeaba, una doble corona: la que se otorga al violonista y al compositor. El concierto que interpretó, obra de inspiración personal, es una de las mejores composiciones modernas, entre las que de ese género hemos escuchado. El estilo del concierto ha de ser a la vez, serio por sus ideas y su desarrollo, pero gracioso y brillante para poner de relieve el talento de ejecución del virtuoso. Así que hay que evitar un doble escollo, y muchos artistas naufragan en ese punto. […] El concierto de White es muy sobrio en larguezas inútiles y de factura muy cuidadosa. La idea principal se destaca bien del fondo; las armonías son de una finesa y elegancia irreprochables y la orquestación esta escrita con mano firme, sin tanteos ni fallos. Cada uno de los tres episodios se concatenan naturalmente entre sí a través de los tutti para formar un conjunto homogéneo de exelente desarrolllo. El tercer movimiento, Rondo alla turca, es encantador de porte y estilo. […]»
José White, Concierto para violin en F-Sharp Minor, tercer movimiento: Allegro moderato. Aaron Rosand (solista) y la London Symphony Orchestra dirigida por Paul Freeman.
Este Concierto de White, único dentro de sus composiciones, volvería a ejecutarse sólo en algunas otras ocasiones. Como nota curiosa, quisiera señalar que en 1875, de vuelta a Cuba, en su ciudad natal y en La Habana, White lo interpreta acompañado de Juan Torroella e Ignacio Cervantes, encargados éstos dos últimos de deslizar junto a él algunos compases de La Bayamesa durante el primer movimiento, justo después del allegro y antes del solo.
La partitura autógrafa de White se conservó en la Biblioteca Nacional francesa después de la muerte del compositor y en la década del 1970, fue redescubierta por el compositor y profesor estadounidense Paul Glass del Brooklyn College, mientras realizaba estudios en París sobre la obra de Anton Webern. Glass junto a Kermit Moore editan el Concierto para violín en Fa diese menor y una “première” tiene lugar el 24 de febrero de 1974, en el Avery Fisher Hall del Lincoln Center de New York con Ruggiero Ricci como solista y acompañado por la orquesta Symphony of the New World bajo la dirección del propio co-editor Kermit Moore. El diario The New York Times reporta: «Lo más insólito del programa fue sin duda el Concierto para violín en F-Sharp Minor de José White. La orquestación es apenas menos compleja, pero hábilmente compuesta y sirve como telón de fondo al solista y a sus proezas pirotécnicas.» Un año más tarde, The Afro-american Music Opportunities Association, cuyo objetivo fundamental era el de apoyar y promover un amplio espectro de actividades relacionadas con la música y los músicos negros, lleva a cabo un proyecto de antología musical de compositores negros que culminaría con la grabación y publicación de la Black Composers Series compuesta de 8 volumenes entre los que se encuentra el concierto del compositor matancero. Para esta primera grabación un violinista de talla era necesario: la ejecución del violín estaría a cargo de Aaron Rosand y Paul Freeman dirigiría la London Symphony Orchestra.
El Concierto de White, formulado en tres movimientos: Allegro, Adagio ma non troppo y Allegro moderato, es ciertamente una pieza rara dentro del repertorio musical cubano. Hay quienes al escucharlo buscan parecidos en antecedentes composiciones; nuestro oído también sufre aquí las influencias de las más célebres piezas para violín compuestas por los consagrados artistas europeos del siglo XIX. En realidad, este concierto tiene un lirismo y un carácter muy personal, tanto por su orquestación como por las partes del solo de violín. Es curioso que White hubiese escogido un Fa Sostenido Menor como clave de un concierto de violín. La elección es rara, pero existen precedentes que el violinista matancero seguramente conocía muy bien. De hecho, esto podría indicarnos una actitud competitiva hacia otros dos compositores-virtuosos contemporáneos: Heinrich Wilhelm Ernst (1814-1865) y Henryk Wieniawsky (1835-1880), los cuales compusieron conciertos en este tipo de clave en los primeros años de la década de 1850.
La grabación que han escuchado o que muy pronto escucharán, ha sido recuperada de un viejo LPD editado por Columbia Records Mastersworks del año 1975, la primera grabación mundial que de este concierto se hizo. En 1997, la editora Cedille Records realiza una segunda grabación en un album CD bajo el título de Violín Concertos by Black Composer of the 18th and 19th centuries, con Rachel Barton Pine como violín solista y acompañada por la Encore Chamber Orchestra, bajo la dirección de Daniel Hege. Esta última grabación aún se puede encontrar ya sea en páginas como Amazone.com o descargando el disco en i-Tunes Store.