El mismo año en que Perucho Figueredo compuso nuestro actual Himno Nacional, el protagonista del Grito de Yara, lleno de ardor y exaltación patriótica, compuso, justo después de la toma e incendio de Bayamo, otro himno que tituló: Himno Republicano.
Quizás, el Padre de la Patria tuvo la esperanza de que sus versos se popularizaran, cosa que no sucedió. Y como verdadero “hit parade” el himno de Peruchín se difundió.
Himno Republicano
¡ A las armas, valientes cubanos !
¡ Despectad ! Ya retumba el cañón,
y a los golpes del rudo machete
brame herido el hispano león.
¡ A las armas ! Seguid de Bayamo
la cubana bandera triunfal,
que Bayamo con mano de bronce
arrancó de su suelo el dogal.
¡ Al combate ! ¡ A las armas ! que España
ve en América su último sol.
¡ Al combate ! ¡ A las armas ! no quede
en la patria un soldado español.
En la patria el soldado combate
por ser libre, con noble furor...
pero en Cuba, ese mismo soldado
sirve al trono del duro opresor.
Allá rompe la dura cadena ;
acá, impone cadena servil ;
libertad para España, y a Cuba
un gobierno despótico y vil.
Para alzar la compacta trinchera
nuestra Cuba sus cedros dará,
y aprestando la mecha encendida,
artillero el patriota será.
Por profundo rencor adorado
el cuchillo de acero arbolad,
y en los potros soberbios tendidos
con sus cascos los cráneos pisad.
Volad, pueblos de Cuba, a las armas,
de la patria a la enérgica voz,
y en lugar de los haces de espigas
las gargantas segad con la hoz.
Que la virgen desdeñe al amante
que no vuele a la lid con valor ;
que la madre coloque en la mano
de su hijo el puñal vengador.
Carlos Manuel de Céspedes, 1868.
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Carlos Manuel de Céspedes y del Castillo (1819-1874). |
El actual Himno Nacional cubano, con letra y melodía de Perucho Figueredo, se oficializó en 1940, es decir, cuarenta años después de la independencia cubana. Para la ocasión se suprimieron las cuatro últimas estrofas, evitando herir la sensibilidad del pueblo español.
He aquí la versión completa de la composición que comenzó llamándose La Bayamesa o Himno de Bayamo y que muchos de los cubanos desconocen totalmente.
Himno Nacional
Al combate corred, bayameses,
que la patria os contempla orgullosa.
No temáis una muerte gloriosa,
que morir por la Patria es vivir.
En cadenas vivir, es vivir
en afrenta y oprobio sumido.
Del clarín escuchad el sonido.
¡A las armas valientes corred!
No temáis; los feroces iberos
son cobardes cual todo tirano
no resiste al brazo cubano
para siempre su imperio cayó.
Cuba libre; ya España murió
su poder y orgullo do es ido
¡Del clarín escuchad el sonido,
a las armas valientes corred!
Contemplad nuestras huestes triunfantes
contempladlos a ellos caídos,
por cobardes huyeron vencidos
por valientes supimos triunfar.
¡Cuba libre! Podemos gritar
del cañón al terrible estampido
¡Del clarín escuchad el sonido,
a las armas valientes corred!
Letra y música de Perucho Figueredo, agosto de 1867.
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Partitura de La Bayamesa con su texto integral. Hága click para ampliar la imagen. |